Síntomas y causas de diarrea en los niños

La diarrea es un problema muy común en los niños menores de cinco años. La diarrea se define como tres o más deposiciones sueltas o líquidas en un día (o más evacuaciones de lo normal). Referencia: OMS

La aparición repentina de la diarrea, con o sin vómitos, en un niño previamente sano, generalmente se debe a una gastroenteritis aguda. La gastroenteritis aguda es una infección intestinal que genera inflamación del estómago y los intestinos, lo cual causa diarrea y puede generar también otros síntomas como vómitos, dolor abdominal y fiebre. Los síntomas normalmente duran hasta una semana.

La diarrea como efecto secundario de los tratamientos con antibióticos también es común: hasta el 40% de los niños tratados con antibióticos de amplio espectro sufren efectos secundarios gastrointestinales, incluyendo además de la diarrea, síntomas como vómitos, distención y dolor estomacal. Esto se debe a que los antibióticos alteran el equilibrio de nuestras bacterias intestinales, la microbiota, y este desequilibrio puede persistir por mucho tiempo.

Deshidratación – el principal riesgo de la gastroenteritis aguda

El principal riesgo de la gastroenteritis aguda en bebés y niños es la deshidratación. “Deshidratación” significa falta de fluidos en el cuerpo y ocurre cuando se pierden más líquidos de los que se ingiere. Cuando el niño tiene diarrea el intestino no puede absorber agua y sales de manera adecuada, y el vómito implica una pérdida adicional de líquidos. Los bebés y los niños pequeños con diarrea pueden empeorar rápidamente si se deshidratan. Preste atención a cómo se siente y se comporta su hijo. La pasividad y apatía pueden ser signos de deshidratación, así como la producción de pocos pañales muy húmedos. Consulte a un médico inmediatamente si sospecha que su hijo está empezando a deshidratarse.

¿Cómo tratar la diarrea en los niños?

Para prevenir la deshidratación, usted debe alentar a su hijo a continuar con su dieta normal en la medida de lo posible y, además, alentarlo a beber líquidos adicionales, de preferencia en sorbos pequeños y frecuentes. Sin embargo, se deben evitar los jugos de frutas y las bebidas gaseosas ya que pueden empeorar la diarrea. Si su hijo tiene hasta seis meses de edad y se alimenta con leche materna o con biberón, sería recomendable que lo alimente con más frecuencia. Las soluciones de rehidratación oral se consideran el tratamiento más importante para la gastroenteritis aguda, pues proporcionan un equilibrio perfecto de agua, sales y azúcar, lo cual ayuda al cuerpo a absorber mejor el agua. Finalmente, los estudios clínicos han demostrado que ciertos probióticos pueden ayudar a los bebés y los niños con gastroenteritis aguda a recuperarse más rápido del vómito y la diarrea.

Administre la solución de rehidratación oral con frecuencia y en pequeñas porciones, preferiblemente con una cucharita, para evitar el vómito. Si el niño todavía vomita, espere de cinco a diez minutos antes de volver a intentarlo. Vuelva a darle una dieta normal cuando el apetito y la sed del niño regresen, de manera frecuente y en pequeñas porciones. Mientras su hijo se recupera, no es peligroso que tenga deposiciones sueltas durante algunos días, porque los nutrientes serán absorbidos por los intestinos de todos modos. Los antibióticos no se deben dar de forma rutinaria, pero en algunos casos será necesario administrar un antibiótico o algún otro tratamiento, dependiendo de la causa de la infección. Siempre consulte a un médico antes de dar cualquier medicamento que requiera receta. Para finalizar, varios estudios han demostrado que ciertos probióticos pueden ayudar a los bebés y niños con gastroenteritis aguda a recuperarse más rápido del vómito y la diarrea.